El Vaticano es en realidad amonita derruida y pulida, que es un fósil extinto que fueron criaturas marinas hace 350 millones de años. La mayoría de los fósiles son materia orgánica transformada en piedra. La amonita es una piedra protectora que le da estabilidad y estructura a la vida. Puede transformar la energía negativa en energía suave y positiva y fomenta los instintos de supervivencia. Se ha utilizado para aumentar los logros en el mundo de los negocios y para inculcar la calidad en su entorno. Es conocido por activar los poderes metafísicos y el poder personal. Es particularmente efectivo cuando se coloca en el chacra del tercer ojo. La amonita es un potente limpiador kármico y se coloca en el tercer ojo libera obsesiones mentales. Estimula los instintos de supervivencia y fomenta la perseverancia. Debido a que esta piedra fósil pulida proviene de la misma cantera de roca de la que provienen las piedras que construyeron el Vaticano, de ahí el nombre. Son un cristal de aspecto único y emiten una energía fuerte y maravillosa y una sensación de paz interior. No importa cuáles sean sus creencias o espiritualidad, la energía espiritual que proviene de esta piedra es muy pacífica y tranquilizadora. Este cristal es universal en su enfoque y ayudará a cualquiera que quiera aprender sobre sí mismo y sus raíces. Tiene una conexión con la resurrección, pero no solo de Cristo, sino de creencias espirituales de todo tipo. La piedra del Vaticano es una piedra de ensueño que muestra acciones pasadas y situaciones de su pasado y ayuda a reevaluar esas acciones para que pueda comenzar de nuevo y cambiar sus acciones para corregir las cosas. Es una piedra de profecía ya que está asociada con el Vaticano y te ayuda a reflejar acciones pasadas en tu vida. El cristal del Vaticano es una piedra de comunicación espiritual. Trae tolerancia y amor incondicional y también infunde paciencia durante la prueba y las tribulaciones que acompañan a la vida e intentan vivir una vida espiritual en un cuerpo físico. La tradición de sanación metafísica dice que la amonita proporciona relajación y puede aliviar la depresión. Se ha utilizado para el bienestar general y la longevidad, el metabolismo celular, el dolor del parto, el despertar de la energía de la kundalini, la memoria celular, el cráneo, los oídos internos, los pulmones, el sistema esquelético y los trastornos degenerativos. La piedra del Vaticano está asociada con el chakra del tercer ojo.

La Piedra del Vaticano puede ayudar a aliviar la agitación interna y externa. Es la piedra mediadora, una herramienta muy recomendada para aquellos en los campos del derecho, la oficina pública y el servicio al cliente. 

La piedra del Vaticano ayudará a apoyar una transición sin problemas, ya sea un cambio en el trabajo o la ubicación, un cambio en el estilo de vida o un nuevo comienzo. 
Cuando te sientes arrastrado hacia abajo, todo parece turbio o negativo a tu alrededor, sujeta la piedra del Vaticano para sentirte animado, para superar a todos los momentos negativos.

Cuando alguien o algo intenta apagar tu luz o arrastrarte a la oscuridad con ellos, la Piedra del Vaticano te ayuda a encontrar una manera de mantenerte erguido en tu luz y brillo. También le recuerda que baje la mano para ayudar a levantar a otras personas que necesitan sentir la luz en su cara y en su corazón también. 
La piedra del Vaticano tiene que ver con la simplicidad. Una simple verdad, una simple belleza. A menudo, estas hermosas simplicidades pasan desapercibidas. Esta es una piedra fundamental, que le ayuda a reducir la velocidad de la vida. Para hacer tiempo para disfrutar de las cosas simples. Para darse cuenta de la necesidad de ello. 
El mensaje de las Piedras del Vaticano es: "La vida no es tan complicada como tú la haces". 
A veces la vida es fea y desordenada. A veces te pasa. A veces se mueve a una velocidad vertiginosa. La Piedra del Vaticano está aquí para ayudarte a ver cómo eres una pieza importante y relevante del tapiz universal. No te pierdas esta lección. Ve más despacio. Mira a tu alrededor. Disfruta de la belleza, aliméntala, disfruta de su maravilla. 
Es un gran recordatorio del círculo de la vida. Nuestro tiempo aquí puede ser corto o largo, simplemente no lo sabemos. Esta piedra te recuerda hacer lo mejor de cada minuto. Se amable. Sé generoso. Se amoroso SER. 
Esta piedra ayuda a sacar lo mejor de las personas. Honestidad, verdad e integridad. Tiene un tipo de energía muy realista. 
La Piedra del Vaticano compartirá sabiduría y conocimientos antiguos de tiempos pasados, si permaneces en silencio, respira y escucha.